jueves, 10 de enero de 2013

Jorge IV

Ahora sí que sí, me toca hablar de la otra cara de la moneda.
 Es decir, de Jorge IV.
Un personaje que, para tod@s aquell@s interesad@s en mis futuras publicaciones aparece al menos de forma muy activa en varios capítulos de la historia de Jeremy y Verónica; serie Amigas Duquesas I: De toda la vida.
Pero centrémonos en el susodicho.
Jorge IV fue rey del Reino Unido de Gran Bretaña, de Irlanda y de Hannover; duque de Brunswick-Lüneburg, duque de Bremen, duque de Cornualles y Rothesay desde su nacimiento, príncipe de Gales, conde de Chester y príncipe de Verden entre los años 1820-1823. Nació en el palacio de Saint James, Londres en 1762 siendo el mayor de los 15 hijos que Jorge III y su esposa tuvieron.

En su juventud se le conocía como Prinny, fue un excelente estudiante, hablaba a la perfección cuatro idiomas: inglés, francés, alemán e italiano y era un dandy. Al cumplir los 21 años Jorge se enamoró de una católica,  María Fitzherbert quien era seis años mayor que él y viuda ya por dos veces, con la que se casó en matrimonio ilegal - al no tener consentimiento real - en secreto. No obstante, María firmemente en la validez de ese matrimonio y por tanto, con este hecho se ponía a las leyes de la Iglesia Católica Romana por encima de las  leyes del Estado y las de la Iglesia Católica de Reino Unido. Así que, por motivos políticos el enlace se mantuvo en secreto.
También a los 21 años, el príncipe obtuvo legalmente una asignación anual de 60.000 libras del Parlamento y otras 50.000 de su padre e instaló su residencia en Carlton House, donde comenzó a vivir de manera extravagante.
Y es ahí donde comenzaron sus problemas.
Porque extravagante para Jorge era vivir derrochando lujo, así que pronto se vio asfixiado por las deudas y como su padre se negó a ayudarle, no le quedó más remedio que abandonar su casa e irse a vivir con María y ser mantenido por ésta.
No obstante, poco duró su etapa de penuria económica ya que en 1787 , los aliados y amigos con los que contaba en el Parlamento corrieron a ayudarle; sobre todo porque comenzaron a sospechar de una más que probable relación entre la propietaria y el huésped. De este modo, se le concedió un total de 161.000 libras para pagar sus deudas, 20 para mejoras en su residencia y 10.000 que proporcionó el rey para sus gastos.
Pronto, el sino de Jorge iba a cambiar ya que 1788 su padre, que sufría de porfiria (una enfermedad mental) tuvo un gravísimo ataque y quedó impedido para ejercer el gobierno de forma plena. Tras una serie de visicitudes políticas, Jorge ejerció durante un brevísimo espacio de tiempo como regente.
De hecho, puede decirse que lo único favorable hacia su persona en su primera regencia fue la aprobación de la ley de Regencia; ya que la figura del Regente nunca se había contemplado hasta ese momento en la historia de Reino Unido.
Volviendo a la vida personal del príncipe...En 1795 sus deudas alcanzaron cotas máximas y nuevamente, su padre se negó a ayudarle. Pero esta vez le puso una condición: solo le ayudaría si contraía matrimonio. Y como el matrimonio con María era secreto, a Jorge no le quedó de otra que contraer nupcias. La escogida de entre todas fue su prima Carolina de Brunswick- Wolfenbüttel.
Este matrimonio (como tantos y tantos matrimonios concertados) fue un absoluto y rotundo fracaso y la relaciçon entre los contrayentes fue pésima. A pesar de todo, consiguieron concebir una niña: la princesa Carlota, a la que llamaban en su época la niña milagro porque Jorge sólo se acostó tres veces con su esposa en todo el matrimonio.
Tan mala fue su relación que, nada más nacer Carlota se separaron y así continuaron hasta el resto de sus vidas.
Se dice que uno de los motivos del fracaso de este matrimonio era que Jorge aún no había olvidado a María Fitzherbert; de la que se había tenido que separar obligado y cuya intermitente relación con ella duró hasta 1811.
Nuevamente aquí he de hacer mención a las exorbitadas cantidades de dinero que este hombre acumulaba por deudas (para que os hagáis una idea, en 1796 alcanzaron la friolera de 660.000 libras). Aún así, el Parlamento, siempre al rescate del príncipe aumentaron su asignación a 65000 libras y a esos le sumaron otras 60.000.
A finales de 1810 el rey Jorge III recayó de su enfermedad y en esta ocasión ya de manera total, Jorge se convirtió en el regente.  Durante esta etapa se enfrentó a Napoleón; al que venció (con la ayuda de tropas de otros países como Rusia, Prusia, Suecia y Austria) en 1814 la primera vez y de forma definitiva en la archiconocida batalla de Waterloo.
En 1820 Jorge III murió y nuestro Jorge subió al trono como Jorge IV.
He de decir que para nada era un príncipe azul porque para esas fechas, Jorge estaba exageradamente obeso, era adicto al láudano y comenzaba a sufrir ciertos síntomas de profiria.
Pocas líneas atrás he dicho que su matrimonio fue un fracaso y por si no lo creíais antes, espero que este argumento os convenza de una vez por todas: pese a que estaban separados y cada uno tenía sus propios amantes, cuando Carolina se enteró de la coronación, decidió regresar a Reino Unido y hacer valer su papel re reina. Allí Jorge no la esperaba con los brazos abiertos precisamente. Todo lo contrario, incluso llegó a plantearle el divorcio; un divorcio que no fue concedido, por otra parte.
Frustrados su deseos de libertad, Jorge decidió tomarse la justicia por su mano y no la invitó a la ceremonia de coronación. Una coronación que costó 957.000 libras (para que os hagáis una mejor idea de los gastos y el derroche al que este señor estaba más que acostumbrado).
Carolina murió días después. Se planteó incluso que el rey, en forma y persona de uno de sus allegados, tuvo que ver en esta muerte.
Jorge murió en el castillo de Windsor el 26 de junio de 1830. Tenía 67 años y fue enterrado en la capilla se san Jorge en Windsor también.
Se le describe como un monarca obeso, caprichoso, dilapilador, adicto a dar bailes y cenas y un mujeriego compulsivo. Pero no todo en él fue malo: durante su reinado además se impuso el estilo conocido como regencia, siendo un patrono y mecenas en artes. Destacaron figuras literarias como Jane Austen o Lord Byron, el arquitecto John Nash; autor del Royal Pavilion o personajes varios como Brummel.

Hasta ahí lo que dice la historia oficial. Ahora pasaré a demigar algunos jugosos cotilleos acerca de su persona (sip, soy muy chin)

- Hablando de Nash y del Royal Pavilion...Un Royal Pavilion que fue otro de los caprichos del rey; quien quería un palacio como ningún otro en el mundo. Nash obedeció órdenes y lo construyó en el estilo "Indio gótico" siguiendo una inspiración y adaptación libre del Taj Mahal. Pues bien, en dicho palacio playero, el rey organizaba comidas de hasta cien platos. En ellas, el rey comía hasta hartarse y después se hacía sangrar para "evitar la congestión".
- Otra de las características del rey era su peculiar y excesivamente sobrecargada manera de vestir. De hecho, se sabe que en su juventud vestía de satén rosa, con la chaqueta adornada de abalorios y el sombrero cargado de lentejuelas. Además, aparecía en todas sus fiestas con la cara llena de polvos blancos y el pelo rizado.
Esta extravagante manera de vestir fue el motivo de su amistad con Brummel; a quien tomó como su estilista. Por cierto ¿sabíais que el rey tartamudeó cuando Brummel le dijo que no le gustaba el corte de la chaqueta de cola que llevaba?.
- Una tercera anécdota gira en torno a su relación con su esposa y es la siguiente: Cuando Napoleón murió en 1821, un mensajero llevó la carta al rey para notificarle el fallecimiento con el siguiente mensaje: "Majestad, su peor enemigo ha muerto". Jorge IV se levantó del asiento y le preguntó al hombre: "¿Qué le ha pasado a mi esposa?" Como veis, ese matrimonio destilaba amor puro.


Miradlos... ¡qué buena pareja hacen! ¿verdad?
Cualquiera pensaría leyendo la entrada de María que lo suyo fue amor del bueno pero...nada más lejos de la realidad. O al menos, no por parte de Prinny.
Se dice que Jorge tenía como curiosa costumbre coleccionar sobres con un mechón del cabello de cada una de las mujeres que había conquistado en su vida. Pues bien, hay quienes aseguraron que en el momento de su muerte, Jorge acumulaba 7000 sobres.
Así que muy fiel muy fiel no debió serle...
Pero es que además, se conocen los nombres de algunas de sus amantes. He aquí una pequeña muestra: 
- La actriz María Robinson; quien al ser abandonada por Jorge intentó vengarse de él publicando sus cartas en los periódicos pero al final le "compraron" su silencio.
- Grace Dalrymple- Elliot; la esposa escocesa de un médico londinense con la que tuvo a su hija Georgina
- Olga Zherebstva; una noble rusa que alegó haber tenido un hijo suyo.
- Lady Jersey; Francisca Villiers.
- Y las marquesas de de Hertford y Conningham.

Ya para concluir con la apasionante vida de este señor, señalar que sabemos que tuvo una hija oficial y legítima: la princesa Carlota, pero también tuvo un sinfín de hijos ilegítimos (algunos ciertos y otros no).
He aquí una pequeña "selección":
- Con Elizabeth Milbanke, vizcondesa de Melbourne tuvo a George Lamb.
- Con una tal condesa de Brandon a Elis Agar Hartley.
- Con Elizabeth Fox a George Semor Crole.

2 comentarios:

  1. jajajajaja me ha encantado lo de la mujer XD

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  2. q personajazo es y lo de la mujer dios lo suyo era amor celestial q comentariazo!! xD

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