miércoles, 3 de octubre de 2012

De Mitología...


- ¿Estás enamorado? - preguntó Penélope con suspicacia mientras miraba cómo la gente abajo disfrutaba de la velada en el jardín.
En ocasiones, un silencio es la respuesta más contundente a una pregunta. Ésta (en opinión de Penélope) era una de ellas. Por eso, no pudo contener sus emociones antes de volver a hablar:
-  ¡Oh Dios mío Greyford! ¡Estás enamorado! - dijo totalmente sorprendida y autorecriminándose mentalmente el no haberse dado cuenta de eso antes. - ¿Quién es? ¿La conozco? - le preguntó con curiosidad - Aunque... ¿cómo iba a conocerla, dada mi escasa cota de popularidad? - se autorespondió en un tono de voz que apenas superaba el murmullo.
- Sí - respondió Greyford, el otro participante en la conversación, aunque casi ausente en la misma hasta ese instante.
-¿Sí? - preguntó Penélope. - ¿Sí? - volvió a preguntar para asegurarse y esta vez, le miró directamente a los ojos - ¿Y quién es? -.
- La luna. Selene - dijo, señalándola en el cielo; aunque esa noche no hacía falta, ya que estaba llena.
- ¡Oh vamos! - bufó Penélope haciendo gestos con las manos. - Ya está el científico astrónomo volviéndose a burlar de mí con su jerga particular -.
La frustración de las personas y, la de Penélope en particular, era una de las cosas que más gracia le hacían a lord Greyford. (Cierto, tenía un sentido del humor bastante bastante peculiar). Por eso, comenzó a reírse sonoramente.
- A mí no me hace ninguna gracia - dijo ella enfurruñada y cruzándose de brazos. - Es como si yo de repente te dijese un día que me he enamorado de Hades. O de su equivalente romano, Plutón -
- ¿Del dios del inframundo? - preguntó el ahora sorprendido Grey. - Pero Penélope, tú no puedes enamorarte de alguien perteneciente a las sombras. Tú brillas. Eres de la luz. Tú te mereces a un héroe, como tu homónima más famosa - le explicó, dando su punto de vista.
- ¿Te refieres a que merezco a un hombre al que debo estar esperando 10 años mientras él me es infiel con mujeres por todo el Mediterráneo? ¿Ese tipo de héroe? - recalcó, haciendo especial hincapié en los defectos del semidiós.
- No gracias, prefiero a Plutón. Serás más viejo, más soso y más siniestro; pero al menos me será fiel - concluyó Penélope haciendo un gesto de dignidad, como si se sintiera realmente ofendida por lo que Ulises le hizo a la primera Penélope famosa en la historia, mucho tiempo atrás.
Ante tal reacción, para nada prevista por Greyford, éste no pudo hacer otra cosa que volver a reírse.
"¡Vaya par de raritos que compartían amistad!" pensó sin dejar de sonreír.

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